A veces soltar es la mejor opción para liberar y liberarnos. Soltar para que el otro pueda encontrar la felicidad en otro abrazo, aunque en ese soltar soltemos también un poquito de nosotros. Soltar, abandonar el egoísmo, seguir caminando, perderte un poco y retomar de nuevo el camino. Todo sigue, todo sana, todo enseña. Cada amor nos destruye y nos construye un poco, nos deja y nos quita, nos constituye, nos forma.
Hoy te suelto a vos, jamás a estos 389 días. Hoy pongo fin a esta relación, jamás al amor que te tengo.
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